lunes, 7 de mayo de 2012

PROMOCION DE LA SALUD

MODELO DE ABORDAJE DE LA PROMOCIÓN DE LA SALUD


El Ministerio de Salud a través de la Dirección General de Promoción de la Salud desarrolla el 
Modelo de Abordaje de Promoción de la Salud el mismo que contiene las bases teórico 
referenciales en promoción de salud para orientar los esfuerzos a nivel de los  establecimientos de salud y la sociedad civil en la implementación de iniciativas que  contribuyan con crear una cultura de salud y mejorar la calidad de vida en las poblaciones. 
 El modelo considera los enfoques de equidad y derechos en salud, equidad de género e   interculturalidad así como las estrategias de abogacía y políticas pública, comunicación y educación para la salud y participación comunitaria y empoderamiento social dirigidos a la  población sujeta de intervención que es la receptora específica de acciones que promueven  salud, deseando alcanzar cambios en los comportamientos y un impacto positivo en las  condiciones de vida
  Buscando mejorar la calidad de vida de las poblaciones y siendo necesario complementar  acciones dirigidas a la persona en sus diferentes etapas de vida,  el modelo plantea abordar a  la población en los  escenarios  donde la gente vive, juega, trabaja, estudia, y se interrelaciona  como son: la vivienda, la escuela, municipios, centros laborales y la comunidad en general. 
Las acciones a implementar en estos escenarios son abordados a través de ejes temáticos 
priorizados: alimentación y nutrición, higiene, habilidades para la vida, salud mental, buen trato 
y cultura de paz, salud sexual y reproductiva y seguridad vial y cultura de tránsito. 
Antecedentes Internacionales 
El término Promoción de la Salud fue planteado por vez primera en 1945, cuando Henry E.
Sigerest definió las cuatro tareas esenciales de la medicina: promoción de la salud,
prevención de la enfermedad, el restablecimiento de los enfermos y la rehabilitación.
En 1974, la Promoción de la Salud se presenta como un área de trabajo organizada a través
de un documento del Ministro de Salud de Canadá, denominado "Una Nueva Perspectiva de
la Salud de los Canadienses", conocido como el  Informe Lalonde.

El Informe Lalonde 
considera a la promoción de la salud como una estrategia gubernamental, dirigida a la
resolución de los problemas de salud y proponía acciones que tenían que ver cambios del
estilo de vida o comportamientos, como el consumo de tabaco, alcohol, dieta, comportamiento
sexual. La propuesta incluía el fortalecimiento de la acción comunitaria con la finalidad de
actuar sobre distintos escenarios en los que  las personas viven cotidianamente. (Gomez
Zamudio, 1998).
En 1978, se suscribe la Declaración de Alma-Ata, en la que se expresa la necesidad de un
compromiso nacional e internacional por la atención primaria en salud. En la declaración se
enfatiza que la salud de las personas es un derecho humano universal y fundamental, y no un
privilegio de pocos. (OPS/OMS, 1994).
En 1986 tuvo lugar la Primera Conferencia Internacional sobre Promoción de la Salud,
en el marco de dicha conferencia, se elaboró la Carta de Ottawa en la que se hacen
importantes aportes para el concepto de promoción de la salud. Específicamente, se señala  que factores de la organización social, en general, y de la estructura económica en particular
son las causas de la enfermedad y que las acciones para promover la salud, además de la
modificación de comportamientos individuales,  van dirigidas a la modificación del ambiente
físico y social que a su vez se encuentra inserto y determinado por un contexto político,
cultural y económico.
Los aportes sustanciales de la Carta de Ottawa son: 1) énfasis en la perspectiva sociopolítica
de la salud. Se concibe a la salud no sólo como ausencia de enfermedad sino que ésta es el
resultado del desarrollo humano, social, económico y político; 2) sintetiza los enfoques
orientados a individuos como a las colectividades y los enfoques de promoción de la salud
basados en determinantes específicos de la  enfermedad con determinantes generales; 3)
redimensiona la participación social como eje central de la promoción de la salud; 4) redefine
el enfoque tradicional de la educación en salud, eminentemente pasivo, hacia un enfoque que
promueve la participación reflexiva activa y crítica y el desarrollo de capacidades y habilidades
en el control de los individuos sobre su salud y sus determinantes; 5) orienta las actividades
de los servicios más allá de la atención curativa hacia una atención que contemple la
promoción de la salud, no sólo como responsabilidad del sector sino también, de individuos,
comunidades y otros sectores. (OPS/OMS, 1992).
En la Segunda Conferencia Internacional de Promoción de la Salud, realizada en Adelaide 
(1988), se exploró con mayor profundidad cómo las políticas públicas saludables de todos los
sectores inciden en los factores determinantes de la salud, y cómo se constituyen en un
vehículo esencial para las acciones que reducen las inequidades sociales y económicas. En la
Tercera Conferencia Internacional de Promoción de la Salud,  realizada en Sundsvall 
(1991), se enfatizó el compromiso por desarrollar ambientes que apoyen la salud. (Restrepo,
2001).
En 1997 tuvo lugar la  Cuarta Conferencia Internacional de Promoción de la Salud, en 
Jakarta. Esta Conferencia, planteó la necesidad de avanzar en la lucha contra la pobreza y
otros determinantes de la salud en países en desarrollo. Asimismo, enfatizó respecto a la
movilización de sectores privados y la conformación de alianzas estratégicas.
La Quinta Conferencia Internacional de Promoción de la Salud, realizada en México, en 
2000; hizo hincapié en los acuerdos tomados en Yakarta, teniendo como meta, hacer un
examen del aporte realizado por las estrategias de promoción para mejorar la salud y la
calidad de vida de las personas que viven en circunstancias adversas.
En el marco de la Sexta Conferencia Mundial de Promoción de la Salud, patrocinada por la 
Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Salud Pública de Tailandia (Agosto 
2005), se ha adoptado la Carta de Bangkok para la Promoción de la Salud. En ella se
establecen los principales retos, medidas y compromisos necesarios para abordar los
determinantes de la salud en un mundo globalizado involucrando a numerosos agentes e
interesados directos que son fundamentales para alcanzar la salud para todos.

La Carta de Bangkok brinda una nueva orientación para la promoción de la salud impulsando
políticas coherentes, inversiones y alianzas entre los gobiernos, las organizaciones
internacionales, la sociedad civil y el sector privado a fin de asumir cuatro compromisos
fundamentales: 1) que la promoción de la salud constituya una pieza clave de la agenda de
desarrollo mundial; 2) que sea una responsabilidad básica de todos los gobiernos; 3) que
forme parte de las buenas prácticas institucionales, y 4) que sea un foco de iniciativas de la
comunidad y de la sociedad civil. (Bangkok, 2005).
Un hito importante para el avance de la promoción de la salud a nivel mundial se suscita en
septiembre de 2000; fecha en que representantes de 189 países, entre ellos 147 Jefes de
Estado, se dieron cita en Nueva York en la Cumbre del Milenio para adoptar la Declaración del
Milenio de las Naciones Unidas , donde se enunciaban los principios y valores que debían
regir las relaciones internacionales en el siglo XXI.  Es así como, los dirigentes de los distintos
países asumieron compromisos en siete esferas claves: la paz, la seguridad y el desarme; el desarrollo y la erradicación de la pobreza; la protección del entorno común; los derechos humanos, la democracia y el buen gobierno; la protección de las personas vulnerables; la atención a las necesidades especiales de África; y el fortalecimiento de las Naciones Unidas.



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